COLUMNA ESCRITA POR EL LIC. RÍOS PUBLICADO EN LA REVISTA YO AGENTE DE MAYO 2010
25-IV-2010.
LAS MUJERES AGENTES
En mis anteriores columnas, he comentado que mis mejores amigos han sido y son agentes de seguros, al establecer dicho género en esta columna no me he referido al sexo masculino, sino a la profesión, como diría Vicente Fox, “a los chiquillos y chiquillas”, por lo que la petición del Señor Editor de escribir una columna dedicada a las “Agentes de Seguros” me es imposible. Es decir, para su servidor no es posible hacer esa distinción, lo que representa el mejor homenaje que humildemente pudiera rendirle a mis amigas agentes de seguros, a las cuales las veo simplemente como profesionistas, por lo que le son aplicables todos los conceptos que en las columnas se han vertido.
Me parece que el logro mayor de las Agentes de Seguros es el simple hecho de ser reconocidas como tales a pesar de la gran discriminación por razón de sexo que a la fecha existe en materia laboral. Hay que reconocer que el Mundo de Seguros ha logrado vencer el paradigma de la mujer empresaria en relación con la mujer embarazada y ama de casa, ya que en la profesión de Agente de Seguros dichas situaciones naturales no son óbice para que mis amigas se hayan desarrollado.
Para las mujeres, la carrera de Agente Profesional de Seguros y Fianzas ha sido totalmente compatible con la posibilidad de embarazarse, cuidar a su esposo e hijos y ser a la vez ama de casa; siendo altamente productivas en la venta y promoción de pólizas de seguro de cualquier naturaleza y en la atención y servicio a sus clientes.
Desde mi niñez –mucho tiempo atrás- por lo que Ustedes mis amigos lectores deben alabar mi excelente memoria, conocí mujeres empresarias, mi madre fue, casi toda su vida empleada pública, mi Tía María empleada del Ferrocarril; mi esposa –socia de la Firma- abogada en materia penal, excelente esposa, madre, amiga y ama de casa; las agentes Silvia y Bety (en total mis tres lectoras), y muchas otras agentes, han logrado hacer de la profesión de Agentes de Seguros, su forma de vida. Las conozco en lo personal –me honran con su amistad- he tenido el privilegio de conocer a sus familias y puedo atestiguar, con verdad, que han logrado hacer compatible una profesión exitosa, con una familia integra, amorosa y de firmes valores tanto humanos como sociales.
Al hacer esta reflexión, no puedo más que retractarme de lo dicho en el primer párrafo de este artículo, es decir, debo hacer una segregación entre los agentes (hombres) y las agentes (mujeres); lo mismo que entre los abogados y las abogadas; los ingenieros e ingenieras, etc., ya que a fuerza de decir verdad los profesionales hombres la tenemos más fácil que nuestras iguales del sexo femenino, ya que a nosotros no nos toca estar embarazados por nueve meses, parir, hacer el mandado, preparar la comida para el día siguiente, forrar los libros de los hijos, lavar la ropa y acomodarla, cambiar pañales y un sin número de actividades familiares y domésticas que nuestras compañeras, esposas, madres o hermanas si realizan. Solo ellas –las profesionistas- pueden hacer compatibles -en forma simultánea- tres o cuatro de estas actividades, al tiempo de su actividad profesional, sin mermar ninguna de ellas, de ahí que en efecto, debieran tener mención especial y no tratarlas como iguales, ya que debemos reconocer esos dobles, triples o cuádruples esfuerzos adicionales a la profesión.
Pero –me digo- ¡columnista infame! NO puedes escribir algo así, “EL VARÓN Y LA MUJER SON IGUALES ANTE LA LEY”, al menos eso establece el artículo 4º Constitucional, por lo tanto no las puedes hacer aparecer como supermujeres, o superprofesionistas, me parece que son solamente son efecto del próximo diez de mayo (día de las madres) para los que se les olvide, o no tengan.
Pero he ahí la solución, en realidad SI son superdotadas, Dios les otorgó una sensibilidad mayor a la de nosotros, un sexto sentido para prever las cosas, armonía, arte, hermosura, cariño, entrega total y un gran amor que nos les cabe en su cuerpo, o alguien se atrevería a afirmar lo contrario con respecto a su esposa, hermana o madre… ¡FELIZ DIEZ DE MAYO ¡
Para medir el impacto de la lectura de estas líneas por Ustedes, las y los verdaderos expertos, les pido me envíen sus comentarios al correo electrónico riga56@prodigy.net.mx o al teléfono Lada sin costo 01800 702-9346 o al celular 449- 128-7407, o al NEXTEL: 449-241-2488 id: 52*15*252.
25-IV-2010.
LAS MUJERES AGENTES
En mis anteriores columnas, he comentado que mis mejores amigos han sido y son agentes de seguros, al establecer dicho género en esta columna no me he referido al sexo masculino, sino a la profesión, como diría Vicente Fox, “a los chiquillos y chiquillas”, por lo que la petición del Señor Editor de escribir una columna dedicada a las “Agentes de Seguros” me es imposible. Es decir, para su servidor no es posible hacer esa distinción, lo que representa el mejor homenaje que humildemente pudiera rendirle a mis amigas agentes de seguros, a las cuales las veo simplemente como profesionistas, por lo que le son aplicables todos los conceptos que en las columnas se han vertido.
Me parece que el logro mayor de las Agentes de Seguros es el simple hecho de ser reconocidas como tales a pesar de la gran discriminación por razón de sexo que a la fecha existe en materia laboral. Hay que reconocer que el Mundo de Seguros ha logrado vencer el paradigma de la mujer empresaria en relación con la mujer embarazada y ama de casa, ya que en la profesión de Agente de Seguros dichas situaciones naturales no son óbice para que mis amigas se hayan desarrollado.
Para las mujeres, la carrera de Agente Profesional de Seguros y Fianzas ha sido totalmente compatible con la posibilidad de embarazarse, cuidar a su esposo e hijos y ser a la vez ama de casa; siendo altamente productivas en la venta y promoción de pólizas de seguro de cualquier naturaleza y en la atención y servicio a sus clientes.
Desde mi niñez –mucho tiempo atrás- por lo que Ustedes mis amigos lectores deben alabar mi excelente memoria, conocí mujeres empresarias, mi madre fue, casi toda su vida empleada pública, mi Tía María empleada del Ferrocarril; mi esposa –socia de la Firma- abogada en materia penal, excelente esposa, madre, amiga y ama de casa; las agentes Silvia y Bety (en total mis tres lectoras), y muchas otras agentes, han logrado hacer de la profesión de Agentes de Seguros, su forma de vida. Las conozco en lo personal –me honran con su amistad- he tenido el privilegio de conocer a sus familias y puedo atestiguar, con verdad, que han logrado hacer compatible una profesión exitosa, con una familia integra, amorosa y de firmes valores tanto humanos como sociales.
Al hacer esta reflexión, no puedo más que retractarme de lo dicho en el primer párrafo de este artículo, es decir, debo hacer una segregación entre los agentes (hombres) y las agentes (mujeres); lo mismo que entre los abogados y las abogadas; los ingenieros e ingenieras, etc., ya que a fuerza de decir verdad los profesionales hombres la tenemos más fácil que nuestras iguales del sexo femenino, ya que a nosotros no nos toca estar embarazados por nueve meses, parir, hacer el mandado, preparar la comida para el día siguiente, forrar los libros de los hijos, lavar la ropa y acomodarla, cambiar pañales y un sin número de actividades familiares y domésticas que nuestras compañeras, esposas, madres o hermanas si realizan. Solo ellas –las profesionistas- pueden hacer compatibles -en forma simultánea- tres o cuatro de estas actividades, al tiempo de su actividad profesional, sin mermar ninguna de ellas, de ahí que en efecto, debieran tener mención especial y no tratarlas como iguales, ya que debemos reconocer esos dobles, triples o cuádruples esfuerzos adicionales a la profesión.
Pero –me digo- ¡columnista infame! NO puedes escribir algo así, “EL VARÓN Y LA MUJER SON IGUALES ANTE LA LEY”, al menos eso establece el artículo 4º Constitucional, por lo tanto no las puedes hacer aparecer como supermujeres, o superprofesionistas, me parece que son solamente son efecto del próximo diez de mayo (día de las madres) para los que se les olvide, o no tengan.
Pero he ahí la solución, en realidad SI son superdotadas, Dios les otorgó una sensibilidad mayor a la de nosotros, un sexto sentido para prever las cosas, armonía, arte, hermosura, cariño, entrega total y un gran amor que nos les cabe en su cuerpo, o alguien se atrevería a afirmar lo contrario con respecto a su esposa, hermana o madre… ¡FELIZ DIEZ DE MAYO ¡
Para medir el impacto de la lectura de estas líneas por Ustedes, las y los verdaderos expertos, les pido me envíen sus comentarios al correo electrónico riga56@prodigy.net.mx o al teléfono Lada sin costo 01800 702-9346 o al celular 449- 128-7407, o al NEXTEL: 449-241-2488 id: 52*15*252.
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